sábado, 17 de octubre de 2009

Estos son los poemitas que nacen en mi agenda cuando estoy en la facultad hoy los comparto con ustedes espero que les guste.


Hablando:
Hablando sola estoy ,
hablando sola.
Sintiendo que no tengo
aquello que quería.
Hablando sin ser acción
sin ser consuelo.
Solo hablando,
hablando con mi mente.

Tiempo:

Tiempo que no regala tiempo,
dolor que no desaparece.
Cansancio sin sentido,
sentido desafío que es la vida.
Pero el Amor no es sacrificio,
sino paraje ameno, en la existencia,
separadamente opuesto a mi semana.

Notar la vida ajena:

Notar que vos notas,
que yo no existo.
Notar que no soy
ni suma ni resta
a tu memoria .
Notar, señalar,marcar que vos
me ves, hace que mi vida signifique.
Tendría que notar,
que yo ya existo y decirte: que igual
mi vida significa.

Vivir: "Vivir no es solo existir,sino existir y crear , saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar
descansar es empezar a morir".Gregorio Marañón

Descansar es empezar a morir
pero cuanto quiero descansar.

No me gusta vivir descansando
pero si sumergirme en la nada
de mi cama.

Descansar pero no de vos,
sino a tu lado ya que
sos lo que me impulsa.

Descansar no se de que, pero lo anhelo
descansar de mi misma, de los problemas.

Descansar es empezar a morir
y eso no quiero, quiero vivir.

Por que quiero existir y crear,
ser y no aparentar,

pensar como se deba y no seguir
errando el pensamiento.

Descansar para poder soñar :
que te abrazo Papá,
que te doy todo Mamá;
pero despertarme
para crear
ese futuro anhelado,

...después veré
que es lo que dejo,
para dejar vivo
mi nombre y no morir
así descansar
valdrá la pena...


Sabrina García Witzler.
¡Hola gente! acá va lo que escribí sobre "el tipo con cara de nabo". Espero que sigan publicando y comentando, que como siempre les digo, este espacio es de ustedes. ¡Un abrazo grande para todos!


¡Con la abuela no se jode!

Era un domingo especial, che, justo el cumpleaños de la abuela; y la boluda de mi tía no tuvo mejor idea que llevar a su novio. Y el problema no era que llevara al novio, porque esas son cosas que pasan frecuentemente, sino que no se diera cuenta que ese nabo era todavía más boludo que ella. Me acuerdo y me indigno, ¡arruinar así ese domingo!, y la cara de la abuela, pobrecita. El tipo llegó y se instaló como pancho por su casa, saludo de acá, manotazo de allá, y yo pensando ¡pará flaco!, ¿quién te creés que sos para andar tan confianzudo? Se me acercó y me chantó un abrazo que casi me quebró las costillas, y yo pensaba ¡pero tomátelas boludo, andá a cambiarte esa cara de nabo! El tipo parecía inofensivo pero a mí, desde el vamos, me dio mala espina. Y dicho y hecho che. Lo primero que hizo fue escupir como un guanaco, y eso en otro ámbito vaya y pase, ¡pero justo en la casa de la abuela!, yo ya tenía ganas de trompearlo. Y después, para hacerse el amigo, empezó con la tanda de chistes, pero no chistecitos inocentes, no, ¡chistes más verdes que la mierda! La abuela, pobrecita, se tapaba los oídos, todas las mujeres escandalizadas mandando a los chicos afuera, mis primos medio cagados de risa, pero yo indignado che, se pasó de vivo este tipo. Y después de ese momento escandaloso el tipo desapareció. Y yo, que ya lo tenía entre ojos y quería saber qué carajo estaba haciendo, lo encuentro al muy hijo de puta meando la begonia de la abuela, ¡justo la begonia! El tipo me vio y se percató de mi cara de fiera, porque yo ya tenía el puño cerradísimo de bronca. Entonces el nabo este se guardó el amigo como pudo y empezó a correr. Y yo lo perseguí como cinco cuadras, pero el muy vivo llegó antes que yo a la parada del bondi y si te he visto no me acuerdo. Cuando volví a la casa mi tía lloraba a lágrima tendida. La abuela también lloraba, pobrecita. Confieso que en un primer momento creí que lloraba por la tía, pero después me di cuenta que la tía le importaba tres pitos, que la pobre vieja en realidad lloraba por su begonia: ¡ay, nene, mi begonia que antes era una plantita feliz, ahora no es más que una plantita triste de meo!

Gisela

jueves, 8 de octubre de 2009

Palabras

Bueno, ya que por cuestiones horarias me perdí los últimos encuentros voy a participar, al menos, compartiendo por este medio.

Esto es algo viejito pero ya que de escribir se trata, porqué no traer al ruedo algo sobre las palabras?... besossss!!!



Palabras

Hay tantas maneras de suicidarse…

Y tener una muerte rotunda, rápida.

Sin dolor.

Sin agonía.


Un suicidio decidido no deja lugar a dudas.

Uno no puede arrepentirse y frenar el veneno.

La caída.

La sangre.


Hay tantas maneras de suicidarse…

Tantas formas de autodestruirse sin lastimar a otros.

Desintegrarse.

Desaparecer.


Hay tantas maneras de suicidarse…

Tantas herramientas al alcance de la mano

Cuchillos.

Venenos.


Hay tantas maneras…

De morir sin tanto sufrimiento.

Tranquilo.

Conforme.


Pero hay armas que hacen agonizar…

Y no me refiero a ninguna de las nombradas.

Palabras.

Frases.


Hay tantas maneras…

Y las palabras son armas de doble filo.

Abrazos.

Puñales.


La palabra justa, en el momento justo…

Te llena de vida o te mata.

Amor.

Odio.


Hay tantas maneras de equivocarse…

Pero las palabras te condenan.

Te atan

Te liberan.



Las armas son armas…

Pero las palabras no son sólo palabras.

Ideas.

Sentimientos.


Hay tantas maneras de agonizar…

Hay tanto que decir y tanto que callar.

Confesiones.

Silencios.


Hay tantas maneras de sentir…

Que las palabras se confunden.

Sensaciones.

Pensamientos.


Y entre tantos sentimientos…

Entre tantos impulsos y pensamientos.

Elegir.

Decidir.


Había tantas palabras que escribir…

Había tantas formas de expresar.

Confiar.

Confundir.


Había tantas formas…

De autodestruirme sin necesidad.

Impotencia.

Desolación.


Había tantas maneras…

Había tantas armas…

Tanto por elegir…

Y elegí la palabra.


La palabra justa, en el momento justo…

La palabra asesina…

La palabra destructora…

La palabra…


Hay tantas maneras de suicidarse…

Y entre todas las armas elegí la palabra.

Carcome.

Desgarra.


Hay tantas formas de agonizar…

Entre palabra y palabra hay mucho más que palabras.

Vida.

Muerte.


Constanza Albarracín (13-09-07)

miércoles, 7 de octubre de 2009

Algo que decir

Sobre cosas y sobre casos,
sobre efecto y sobre afectos
ofrezco mi voluntad,
mi ignorancia y mi bondad.
Sobre igualdad y esclavitud
sobre dinastía y comunidad
ofrezco mi garganta,
mi vida y soledad.
Sobre amistad y enemistad
sobre comprensión y terquedad
ofrezco segundos, días, años,
esfuerzo, fuerza y oscuridad.

El derecho a sufrir es tanto tuyo como mío,
el hambre te pertenece como me pertenece,
el frío te quema y me duele,
la muerte te espera; a ti, a mi y a todos.

La paz no existe en sueños eternos,
la igualdad no pertenece al cielo.

Sobre educación y sobre oportunidades,
sobre felicidad y tristezas,
sembraré tierras y
ocultaré mis tormentos


No tiene cura

Cuando el corazón no da abasto
se estrangula el deseo por la flor;
cuando el corazón se agota,
un escuadrón de moscas vale más
que los misterios del mar,
que un beso sin amor al despertar
y un abrazo a costo, con vista a la libertad.
Que un vagabundo te lo cuente,
en el recuerdo circular que deja sin abandonar;
en la pereza de una botella vacía
que agotó fuerzas en vaciar sus tripas.
Que te lo cuente la selva,
de un verde monstruoso y brillante,
guillotina de impostores,
cuna de corazones invisibles,
de moléculas franqueables.
Que te lo diga el sobreviviente,
el preso, la que se casó por amor y quedó sola por engaño.
Cuando el corazón no tiene cura,
se eligen extraños y desconocidos caminos,
sin lástima, sin sentimientos. No sintió, no siente, no sentirá.
Cuando el corazón encuentra respuesta,
se revive un parto, se vislumbra la eternidad del universo,
de un cuerpo, de un vaso,
de un respiro.

Matías Elicer

La niña de sangre

Ya que nadie sube, voy a ser el primero, esperamos que se animen y suban algo de lo que vienen escribiendo (u otra cosa, lo que tengan ganas).

La niña de sangre. (Por Facundo Nazareno Saxe)

-No comas los frutos rojos-, -no comas los frutos rojos-me repiten todo el tiempo. ¿Por qué siempre estoy igual? ¿será por los frutos rojos? ¿será por el amor? Soy una niña, ¿o no? Me miro al espejo y eso veo. Pero hay algo más. Tengo miedo mamá. ¿Alguien puede abrazarme? Me miro al espejo roto y sigo siendo una niña. Quiero ser mujer, quiero ser otra. Estoy sola, hace años que ellos se fueron. Fue mejor así, su tristeza constante no me dejaba vivir. Soy una niña y olvidé mi sonrisa. Mamá ya no me abraza, mamá se fue, con papá, hace años. A veces, la extraño; otras, cuando recuerdo su tristeza, sus lágrimas, me gusta que esté muerta. Soy una niña. ¿Por qué? ¿por qué lo sigo siendo? ¿por qué comí los frutos rojos? Ellos, los padres, me lo advirtieron, me gritaron, no querían que los comiera. Egoístas. Decían que los frutos rojos iban a matarme. Tienen veneno decían. ¿Será por eso que sigo siendo una niña y ellos están muertos?